Permíteme acercarte la historia de Buda. Tras vivir en un palacio rodeado de lujos, decidió emprender un viaje en búsqueda de respuestas sobre el sufrimiento humano. Su camino no fue fácil: enfrentó desafíos, tentaciones y momentos de gran incertidumbre. Sin embargo, con determinación y meditación, encontró la iluminación y la paz interior.
Con eso, no te estoy diciendo que te conviertas en Buda, pero sí que todos tenemos un viaje personal que recorrer, para alcanzar nuestro propio equilibrio.
Imagina por un momento que cada respiración te llena de energía revitalizante, que cada día te levantas con una sonrisa genuina y que tu corazón late al ritmo de una paz muy profunda. Así se siente estar en perfecta sintonía con tu armonía interior.
El camino hacia ese bienestar es personal, nadie puede hacerlo por ti. Pero no tienes por qué hacerlo sola. Si lo necesitas, estoy aquí para acompañarte, guiarte y brindarte herramientas que te ayudarán a reencontrar contigo misma igual, que me ayudaron a mí en su momento. Yo tampoco hice este camino sola, lo hice de mano de muchos maestros, que han introducido en mi esa semilla y los conocimientos adecuados para poder compartirlos con el mundo y de paso, ayudar a quién lo necesita por el camino.
Te digo de corazón que no hay nada, como sentir que tienes a alguien a tu lado en este proceso.
Sin embargo, la clave de este viaje radica en estos tres C's:
- Conciencia, para entender lo que tu cuerpo y mente te dicen
- Compromiso, para actuar con determinación en cada paso
- Constancia, entender que cambio es un proceso, mucho más durable en cuando se hace a un ritmo adecuado. La constancia es la clave para conseguirlo.
No existen píldoras mágicas o soluciones instantáneas. Pero imagina dónde podrías estar dentro de un año si comenzases hoy?